23 de diciembre de 2013

AÑO SABÁTICO

   En ocasiones, en el día a día no nos detenemos a mirar a nuestro alrededor. Esto puede ser muy complicado, sobre todo cuando entramos en una rutina. Al fin y al cabo es bien cierto el refrán que dice “La rutina es la más poderosa de las amas”. Puede que ése sea el problema y que lo que necesitemos sea dar un frenazo y pararnos a reflexionar y organizar nuestras ideas y pensamientos.
   Hoy es 23 de Diciembre de 2013, justo un año después de mi último post en este humilde blog. Durante este año, aunque mis entradas se han reducido a cero, no he detenido mi faceta lúdica. Las partidas han proliferado, las figuras han ido a parar a sus lugares de almacenaje pintadas y listas para entrar en batalla (y algunas lo han hecho ya) y las películas y libros han continuado regalándome momentos preciosos, fantásticos e incluso épicos. El motivo de hacer esta entrada justo un año después, aparte de porque soy un romántico, es totalmente provocado. Un año de reflexión es justo lo que pensé cuando hice mi última entrada el año pasado (de hecho hacía ya tiempo que pensaba hacer un parón).
   El replanteamiento de mi vida con mi faceta lúdica (o a la inversa, ya que ésta última forma parte de la primera) es un razonamiento de hace mucho tiempo y que ahora se está haciendo realidad. En parte por la escasez de tiempo y en parte por mi propia idiosincracia como jugador. En otras entradas ya he comentado que en esta afición cada uno tiene su hueco: hay algunos que les gusta pintar, otros leer, otros mirar … pero a mi lo que me gusta realmente es jugar. Me supone una catarsis del día a día y un disfrute cual atracón de Nochebuena. El problema es que los proyectos se multiplican cada año y siempre terminas el año con un mayor número que cuando empezaste. Eso es una espiral de la cual estoy intentando salir y que creo que casi he conseguido. El no poder acabar o concretar proyectos me llevaba una y otra vez a la frustración y al no poder disfrutar de este fantástico hobbie como a mi me gusta. Con este replanteamiento, consigo un disfrute más inmediato y una optimización de mi tiempo de trabajo para equilibrarlo con el tiempo de disfrute. Dicho de otra manera, pinto (invierto tiempo) lo que uso o voy a usar y lo que no, se queda en su caja. De esta manera mi listado de proyectos se reduce enormemente y consigo que sean más alcanzables evitando decepciones que erosionan la moral para continuar. Esto es, proyectos a corto-medio plazo para conseguir pequeñas victorias que alimenten más y más proyectos e iniciativas.
   Dentro de un año os lo diré. A lo mejor vuelvo a mis andadas y acumulo minis y minis en las cajas de almacenaje de muchos proyectos distintos.  Es posible que vuelva a amontonar reglamentos en mi mesita de noche a la espera de su lectura y asimilación. Pero la reflexión está hecha y me considero bastante consecuente con mis pensamientos y mis actos amén de con la suficiente fuerza de voluntad, así que creo que lo conseguiré.
   Estas reflexiones son absolutamente personales, aunque si le sirven a alguien, para mi sería todo un honor y me congratularía enormemente.
   Para acabar, os deseo unas felices fiestas en compañía de vuestros seres más queridos y sobretodo mis mejores deseos para el año que viene. Salud, mucha salud para todos y todas.


NOTA: Los comentarios de este blog no están moderados y aparecerán publicados tan pronto como pulses el botón de enviar salvo que el filtro automático de spam decida lo contrario. No obstante me reservo el derecho de eliminar posteriormente cualquier texto que considere ofensivo. Recuerda siempre que las formas importan y que hay muchas formas de decir lo mismo.